|
El
artículo del Dr. Bassegoda sobre Gaudí y Jujol,
publicado en el Gaudí News de marzo 2004, ha hecho que me interese por las colaboraciones
de Gaudí con otros arquitectos, diseñadores y artesanos catalanes. He admirado las
obras de Gaudí desde que iba al instituto, a finales de los sesenta, y no puedo describir
la sensación de excitación que experimenté cuando visité Barcelona
por primera vez, en noviembre de 2002. En octubre de 2003 volví y me enamoré de
la ciudad. Creo que he dicho a toda la gente que conozco que quiero trasladarme a Barcelona. Optimismo...
He paseado por todo el Barrio Gótico, desde la muralla romana que todavía sigue en pie, he visitado las ruinas que hay debajo de la Plaza del Rey. También conozco Montjuïc y sus museos, el Park Güell, Bellesguard, la Casa Vicens, Pedralbes, el Laberinto de Horta y el viejo cementerio de la Villa Olímpica. He captado la historia y he podido ver a través del tiempo cómo Barcelona ha ido expresando su individualidad, original y diferente. Pero nada me había preparado para enfrentarme a los Modernistas. Subiendo por el Paseo de Gracia para llegar a la Casa Calvet (recomiendo encarecidamente comer allí: las mejores 2 horas y media que he pasado comiendo), la Casa Batlló y la Casa Milà resaltan para siempre. Tomé unas 700 fotografías. Pasé, yo solo, 4 horas en la Casa Mila, mirando y haciendo fotos, hasta que me quedé desorientado y un poco mareado: Hay tanto para absorber y comprender!! Recuerdo que pregunté inocentemente a una chica empleada si las pinturas florales de los techos y paredes, que parecen inacabadas, estaban en proceso de restauración o si se trataba de una decoración reciente -estaba listo para añadir: "Cómo podeis permitir tal sacrilegio!". Ella me contó cómo le gustaba a Gaudí jugar con la iluminación natural y artificial. Entonces se me hizo obvio cómo las pinturas sobre las paredes aparecen y se descoloran como en la naturaleza, cuando la luz solar directa nos desvela todos los ricos detalles, en contraposición con las partes que desaparecen en la sombra. En aquel momento comencé a comprender la gran tarea en la que Gaudí estuvo implicado. Qué excitante!! Cómo pudo reunir tanta gente para poder realizar sus visiones! También me gustaría ver de qué forma el contexto pudo inspirar a tal genio. En futuros viajes quiero visitar las formaciones rocosas de Montserrat y tantas iglesias medievales románicas en los Pirineos como pueda. Ver, en definitiva, los detalles naturales que inspiran la ornamentación arquitectónica en sus diseños. Después de leer el artículo del Dr. Bassegoda, he escrito este texto al Club para trasladar algo del entusiasmo que siento cuando entro en algún edificio de Gaudí. Muchas gracias, Robel!
|