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Premio Gaudí de Poesía
y Narración Corta Acto de Entrega de los Premios Gaudí de Poesía y Narración Corta 2004 Acto de Entrega de los Premios Gaudí de Poesía y Narración Corta 2003
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INTERVENCIÓN DE MENENE GRAS: Hola, buenas tardes, Agradezco mucho vuestra presencia en este acto de entrega de los Premios Gaudí, que a mi me parece de gran importancia, sobre todo porque -como he dicho hoy en Catalunya Ràdio, que han llamado esta tarde para que habláramos un poco de los premios-, les he dicho que realmente parecía una convocatoria muy sencilla: bastaba mencionar a Gaudí para construir una pequeña historia, un pequeño relato y poder acceder a los premios; o que bastaba inspirarse en su figura para escribir un poema. Cuando estábamos en las conversaciones del jurado, mientras se debatía quien podía ser el ganador uno de los temas que se planteó era la dificultad para poder abordar un tema como Gaudí y construir sobre esta figura un pequeño relato, una pequeña historia. Es decir que aquello que parecía sencillo, a la vista de los manuscritos que se habían entregado se revelaba como algo muy difícil y muy complejo. Por este motivo, después de deliberar bastante rato, en un momento dado se planteó la posibilidad de que en la próxima convocatoria se pudiera abordar la categoría de ensayo. Esto también ayudaría a que muchos estudiantes de arquitectura o que algunos arquitectos presentaran un ensayo sobre la figura de Gaudí, que obviamente, a pesar de que se ha escrito mucho sobre él, y que parece que el tema esté agotado, todavía no se ha agotado, como nos demostrará el Dr. Bassegoda con su conferencia, titulada “El orientalismo en la obra Gaudí”. Me parece de gran interés, sobre todo porque nos encontramos en un edificio de Puig i Cadafalch, donde la influencia de Oriente también se encuentra reflejada. Un oriente imaginario; un oriente impuro, más que puro, que es una mezcla de orientalismo mediterráneo y orientalismo del Extremo Oriente. Aquí recibimos la visita de todos los embajadores asiáticos en España. Todos vienen aquí una vez al año. Y cuando visitan Casa Asia, siempre reconocen algo de ellos en esta arquitectura. Es muy curioso, porque se sienten como en casa, y la mayoría de ellos sienten una especie de sorpresa inicial y atracción por este edificio. No les importa si es pequeño o grande; no les importa si tiene seis plantas... Únicamente es la arquitectura lo que realmente les atrae de una manera muy sorprendente y también de una manera muy inesperada, porque los comentarios que se hacen son siempre muy curiosos. Se trate del embajador de Irán o del embajador tailandés, japonés, chino… los diplomáticos japoneses siempre han sentido mucha curiosidad por este edificio, porque ven analogías y simbiosis de otros edificios, de otros arquitectos, siempre dentro del Modernismo catalán y esto de alguna manera hace que Casa Asia esté en un lugar adecuado. Cuando se ofrecieron otras sedes de Casa Asia, su director, Ion de la Riba, prefirió éste a otros. En esta casa cada día pasan unas 500 personas, entre la mediateca, las clases de idiomas japonés, chino, etc, entre las actividades, seminarios, conferencias, que se hacen; está absolutamente desbordada. Y esto ahora se va a paliar con la anexión del Banco de Sabadell, el edificio contiguo, en el que irán las oficinas y en el que también irán parte de los espacios dedicados a servicios, como son los seminarios, etc. También se va a desarrollar un museo virtual asiático u oriental, porque consideramos que es necesario introducir al público en Asia, de la mano del arte asiático del pasado y del presente. Con esto no quiero añadir nada más, sólo ceder la palabra a Eduard Solé, y decir que mi experiencia como jurado de este premio ha sido muy interesante, sobre todo porque al leer los originales se nos ha permitido ver lo difícil que era realmente acceder a un premio Gaudí y sobre todo lo difícil que es poder escribir algo, un poema o un relato, relacionado con este tema.
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