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DESIDIA OFICIAL HACIA LA CRIPTA GÜELLLa Generalitat oculta un informe de 2006 encargado por Cultura que recomienda demoler parte de la restauración realizada en la obra de Gaudí | |
Se escribe otro capítulo en la larga y ácida polémica por los trabajos de restauración de la cripta Güell. Desde septiembre de 2006 obra en poder del Ministerio de Cultura y la Generalitat catalana un informe encargado por el primero en el que se recomienda revertir parte de las intervenciones realizadas en la que para muchos es la mejor creación de Gaudí. Pero ninguna de las dos administraciones ha hecho público el documento ni ha promovido un debate sobre él, ni tampoco ha iniciado en estos dos años las obras prescritas en el informe. Parte de lo añadido es irreversible o muy caro para sustituirlo otra vez En 2002 estalló la polémica sobre esta discutida restauración de la iglesia inacabada en Santa Coloma de Cervelló (Barcelona) de la que el próximo 4 de octubre se cumplirá el centenario de la colocación de la primera piedra. En estos seis años se han sucedido cuatro manifiestos con decenas de firmas de intelectuales. Ninguno parece haber conmovido a las administraciones. El Documento marco para la actuación en la cripta de la Colònia Güell fue elaborado por los arquitectos Joaquim Español y Francesc Hereu y en él se analizan con todo detalle y respeto los criterios y la ejecución de la restauración realizados por el Servicio de Patrimonio Arquitectónico de la Diputación de Barcelona, entonces dirigido por Antonio González Moreno-Navarro, hoy recién jubilado. El estudio lo encargó el Instituto de Patrimonio Cultural de España -organismo encargado de velar por esta obra- de acuerdo con el Departamento de Cultura de la Generalitat, administración en la que se delegaron las decisiones posteriores. En lo fundamental, el documento considera equivocado el criterio empleado, cuya consecuencia ha derivado en la devaluación de la obra. Aunque señala que los trabajos son de "excelente factura constructiva" y muy sólidos. Tanto, que en algunos casos (como la cubierta o el pavimento exterior) son irreversibles. O la reversión al estado anterior es tan cara que conlleva "implicaciones de ética pública en el control de los recursos económicos que van más allá de las opciones técnicas y culturales que se expresan en este documento". Según estos presupuestos, los autores recomiendan intervenir lo mínimo en el interior de la cripta ya que, por ejemplo, eliminar el enyesado añadido del presbiterio y de una de las capillas dañaría el ladrillo original. Pero también consideran necesario "por razones obvias" eliminar el monolito con la palabra amén al principio de la rampa sobre el atrio, así como y cambiar las planchas de zinc que la recubren para sustituirlas con un material menos agresivo visualmente. El Departamento de Cultura de la Generalitat -que consideró secreto el documento alegando que "el expediente sigue abierto"- informó a este diario en un escrito de las actuaciones prioritarias previstas para la cripta. Está en proceso de tramitación el encargo para hacer un proyecto ejecutivo que en algunos casos parece contradecir lo prescrito en el Documento marco. Entre otras intervenciones, se prevé "instalar nuevos sanitarios adaptados para los visitantes", la "creación de nuevo espacio útil soterrado, con acceso desde el sector de poniente y sin barreras arquitectónicas", y la renovación del entarimado del presbiterio y la cancela de acceso. Ninguna de ellas aparece en el Documento marco. Estas cuestiones protagonizarán el debate que se celebrará a finales de octubre en Barcelona para analizar la situación de las obras de Gaudí, el gran icono turístico de la ciudad pero también uno de los más maltratados. La arquitecta Beth Galí, presidenta del FAD, entidad organizadora, considera fundamental que se discuta de manera racional y sin apasionamientos sobre los criterios y medidas a adoptar en la obra del arquitecto. En su opinión, "más que dejadez de las administraciones, lo que ha habido es cinismo". "Este informe es el primero que habla sin pasión y con criterios razonables. Todo es opinable y se pueden hacer restauraciones valientes, pero antes de encargar una obra de estas características tendría que haber habido una mínima discusión". Al debate está invitado Antonio González, responsable de la restauración, que podrá así defender en público su posición. Según la historiadora Raquel Lacuesta, colaboradora suya en el servicio de la Diputación de Barcelona (administración que se ha significado por escurrir el bulto durante toda la polémica), los criterios utilizados eran científicos y la discusión es de "gusto estético". El Documento marco, efectivamente, reconoce que no hay peligro estructural en lo realizado, pero gran parte del trabajo era innecesario (todo comenzó para solucionar unas goteras), y en algunos casos irreversible. También, que en cuanto a los criterios de la intervención arquitectónica y al gusto estético, han desvirtuado la obra de Gaudí. | |
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