Barcelona, 11 de diciembre de 2003.- Estaba previsto que
fuese una pacífica mesa rodona sobre “La cripta de
la Colonia Güell, entre la conservación y la restauración”,
pero bien pronto se transformó en un debate encarnizado
entre dos bandos claramente diferenciados: los defensores y los
detractores de las obras de restauración que actualmente
se están llevando a cabo en el monumento de Gaudí.
El Gaudí & Barcelona Club, juntamente con unas cien
personas más, estuvo presente en la reunión, y esta
es la crónica de lo que sucedió.
La convocante del acto del pasado miércoles 10 de diciembre
en la Casa Ametller era SOS-Monuments, una asociación de
arquitectos, geógrafos e historiadores que pretende abrir
canales de participación de la sociedad en la democratitzación
y control de la gestión del legado histórico y artístico.
Su director, el arquitecto Salvador Tarragó, hizo un repaso
de lo que él denominó “disparates que atentan
contra la obra de Gaudí”: el entorno de la cripta
ha cambiado sustancialmente, pasando de una integración
en el paisaje -desde las vertientes geológica, mineral
y vegetal- a una vegetación nada espontánea, “más
propia de un jardín cuidado que de la filosofía
de Gaudí del jardín salvaje”. Gaudí
también tuvo en cuenta que la cripta se ubicaría
en una colonia textil. Así pues, para dar un aire de humildad
y sencillez a la obra, la pavimentó con cemento fino. Los
actuales restauradores han optado por sustituirlo por unos materiales
de construcción modernos.
Otras modificaciones remarcables son la eliminación de
una escalera -que había sido planeada por Gaudí
y acabada en 1969 por el arquitecto Joan Bassegoda- y la colocación
de planchas de zinc, muy censurada por parte de los vecinos por
“desvirtuar la imagen original de la cripta”. Igualmente,
también recibió muchas críticas el cambio
de orientación del edificio, conseguido después
de haber construído una nueva escalinata en la parte Este
y después de haber inhabilitado la placeta antesala de
la iglesia.
Joan Closas, del equipo de arquitectos encargados de la restauración,
criticaron SOS-Monuments: “Es muy osado hablar de estos
disparates, cuando se han llevado a cabo 10 años de trabajos
y han surgido muchas oportunidades para debatir el estado de las
obras”. Entre fuertes aplausos de sus partidarios, Raquel
Lacuesta, compañera de Closas, añadió que
“hay una inmensa fantasía sobre todo el tema”.
Lacuesta también recordó que el edificio se tenía
que restaurar y redujo el conflicto a un problema de criterios:
“Antes, las restauraciones se integraban y no se podía
distinguir la obra original de las intervenciones posteriores.
Ahora, la Carta
de Venecia –sobre la conservación y restauración
de monumentos y de conjuntos histórico-artísticos-
obliga a hacer estas distinciones”.
Después de esta intervención, el debate se encendió
aún más, con la participación de vecinos,
que se quejaron que estaban frontalmente en contra de las obras,
anunciaron una recogida de firmas contra esta restauración.
El arquitecto y conservador de la Cátedra Gaudí,
Joan Bassegoda, corroboró las críticas, sentenciando
que “el resultado de esta restauración es un desastre.”
“Estamos creando un Gaudilandia”
Tarragó, que dirige un máster de restauración
desde hace 18 años, reprendió la iniciativa y acusó
al equipo de restauración, dirigido por Antonio González
Moreno-Navarro, de irresponsable: “No estamos autoritzados
a valorar e interpretar la obra de Gaudí. La obra originaria
merece un respeto, pero estamos creando una Gaudilandia; el arquitecto
restaurador no puede ser soberbio, ha de ser muy humilde”.
Antecedentes del conflicto
La cripta es, desde 1985, co-propiedad de la Diputación
de Barcelona, la Generalitat de Catalunya y el Consell del Baix
Llobregat. Después de comprobar que necesitaba una restauración
por culpa de las filtraciones de agua, el Servei de Patrimoni Arquitectònic
Local de la Diputació de Barcelona, con el arquitecto Antonio
González a la cabeza, se hizo cargo de las obras, que comenzaron
en 1999.
Ahora, las obras han quedado interrumpidas porque el rector de la
parroquia, Joan Rosell, se ha negado a que se continúe la
segunda fase de la restauración, que incluye modificaciones
en el interior de la cripta, hasta que no se llegue a un acuerdo
entre el pueblo, la iglesia y las administraciones implicadas.
Sobre la asociación “Gaudí i Barcelona Club
d’Internet”
La Associación Gaudí i Barcelona Club d’Internet
es una entidad sin ánimo de lucro creada para difundir la
vida y obra de Antoni Gaudí. El punto de inicio de esta asociación
fue la creación, en 1997, del Club bajo la página
web www.gaudiclub.com,
con la que los más de 13.000 socios actuales, de todas las
nacionalidades, están permanentemente informados de todo
lo relacionado con Gaudí. La página web del Gaudí
i Barcelona Club es la más completa que existe sobre el arquitecto.
Dispone de una tienda y librería on-line, donde se puede
adquirir cualquier producto relacionado con la estética gaudinista,
i de un activo foro donde los admiradores del arquitecto mantienen
un fluido debate. En su afán de dinamizar la cultura y divulgar
la figura de Gaudí por todo el mundo, el Club está
en contacto con gran cantidad de arquitectos, historiadores del
arte, diseñadores y muchos otros enamorados de sus obras.
Colabora con universidades, centros de arte, instituciones y asociaciones
culturales de diferentes países, ofreciendo su colaboración
y experiencia. Sólo debes contactar con www.gaudiclub.com
Fotografías de libre disposición para ilustrar esta
noticia:
Mesa redonda, con Salvador Tarragó y Joseph Bracons, presidente
de la Associació Crítics d’Art de Catalunya:
http://www.gaudiclub.com/esp/e_press/images/cripta/taulacripta.jpg
Intervención del arquitecto Joan Bassegoda, conservador
de la Cátedra Gaudí:
http://www.gaudiclub.com/esp/e_press/images/cripta/jbassegoda.jpg
Público asistente al acto:
http://www.gaudiclub.com/esp/e_press/images/cripta/public.jpg
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