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El japonés Etsuro creará la pieza que debería coronar La Pedrera |
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El nipón, que trabajó en la Sagrada Familia, hará una escultura a escala del conjunto religioso proyectado por Gaudí y desechado por los MilàBarcelona. (Europa Press).- El escultor japonés de la Sagrada Familia, Etsuro Sotoo, creará el conjunto religioso que debía coronar La Pedrera según el proyecto original de Antoni Gaudí, y que fue desechado por la familia propietaria del edificio, los Milà. De esta forma, y a partir de unos croquis, se dará por terminado el edificio, según explicó a Europa Press el presidente de la Asociación Amics de Gaudí. Sotoo creará la escultura a escala 1:10 interpretando un dibujo del escultor Joan Matamala, el único que existe hoy en día, publicado en un libro de 1967. Matamala, de familia de escultores -era hijo de Llorenç Matamala, amigo de Gaudí, y nieto de Joan Flotats-, conocía el anteproyecto, a escala natural y de yeso, que hizo de la escultura Carles Mani, y en eso basó su dibujo. La escultura preparatoria del tarraconense Mani primero se ubicó en el piso principal, y después en el sótano aunque luego fue destruida, explicó la Asociación Amics de Gaudí. La pieza representa a la Virgen del Rosario flanqueada por los arcángeles San Miguel -con la espada de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso- y San Gabriel -con los lirios de la pureza de María en el momento de la anunciación-, con una de sus alas levantadas y la otra apuntando al suelo, formando el triángulo sagrado. La virgen tiene al Niño en brazos y con un pie pisa a la serpiente, símbolo del mal que trata de rodear a una bola del Mundo. Al parecer la pieza nunca llegó a coronar La Pedrera porque a los Milà, propietarios del edificio, no les gustaba y, además, la Semana Trágica de 1909 hizo que se abandonará el proyecto. Durante aquellos días de 1909, las protestas anticlericales derivaban en la quema de lugares religiosos en Barcelona y varias ciudades catalanas. Según el presidente de la asociación, Joan Bassegoda, se dijo que la escultura de yeso nunca se convirtió en una definitiva de bronce dorado porque los Milà temían que se repitieran los hechos de la Semana Trágica, pero en realidad no quisieron porque la escultura no les gustaba. Gaudí se disgustó hasta el punto de asegurar que si hubiese sabido la opinión de los Milà, hubiese rechazado el proyecto. | |
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