130 años del nacimiento de Jujol

Durante 23 años fue estrecho colaborador de Gaudí en el Parc Güell, La Pedrera o la Sagrada Família. Dominó el ‘trencadís’

El arquitecto modernista Josep Maria Jujol nació el 16 de septiembre de 1879 en Tarragona. Hoy se celebra el 130 aniversario de la llegada al mundo de un tarraconense universal que durante varias décadas fue el más estrecho colaborador de su amigo Antoni Gaudí, con el que compartió su trabajo en obras como el Parc Güell de Barcelona, La Pedrera y la Sagrada Familía, o la reforma de la catedral de Palma de Mallorca.

Jujol dejó la huella de su impronta creativa en diversas obras localizadas, en buena parte, en las comarcas de Tarragona y de Barcelona, pero su estilo arquitectónico y su imaginación transcendieron las fronteras, hasta el punto de ser un arquitecto con cátedra dedicada en la Universidad de Toquio o tener entre sus admiradores al actor norteamericano John Malkovich, que en diversas ocasiones ha visitado obras de Jujol como la iglesia de Vistabella.

Jujol no dominó sólo la ciencia arquitectónica. Fue un excelente escultor, dibujante y pintor, artes de las que dejó constancia en una obra admirada por sus coetáneos.

Hijo del maestro Andreu Jujol, de La Selva del Camp, y de Teresa Gibert, de Bonastre, fue un talento que aún hoy está por descubrir por muchos tarraconenses que desconocen su trabajo, a pesar de haberse sentado en más de una ocasión en el gran banco ondulado del Parc Güell, nacido de su imaginación a partir del encargo que le hizo Antoni Gaudí. El trencadís, realizado a partir de la unión de pequeñas piezas de cerámica, es una de sus mayores aportaciones a la obra del genio del modernismo.

Jujol estudió en la Facultat de Ciències y en la Escola Superior d'Arquitectura de Barcelona que dirigía Domènech i Montaner y en la que más tarde fue profesor. Obtuvo el título de arquitecto en 1906. Dos años antes inició su colaboración con Gaudí, que ya no abandonó hasta la muerte de éste en 1927.

En 1926 Jujol fue nombrado arquitecto municipal de Sant Joan Despí, donde radica buen aparte de su creación. Un año más tarde se casó con la tarraconense Teresa Gibert y decidió instalar su domicilio y estudio profesional en la Rambla de Catalunya de Barcelona. Falleció el 1 de mayo de 1949 -este año se han cumplido sesenta años- en la capital catalana.

El arquitecto tarraconense y su familia residió muchos años en el entonces pueblo de Gràcia, a donde se trasladó en 1883, antes de ser anexionado por Barcelona. En su obra arquitectónica casi siempre hay presencia de otros elementos de artes plásticas. Pinturas con vistosos colores, alegres esgrafiados, elementos escultóricos y hierros que en manos del artista se convierten en piezas esculturales, como se observa en el balcón de Casa Ximenis, enclavada en la Via de l'Imperi de Tarragona.