JORDI BONET ARQUITECTO / «La naturaleza
inspiró las formas de la Sagrada Familia»
El director de las obras del templo de Gaudí
ofreció una charla en la UC
El vínculo existente entre la Medicina y la Arquitectura
fue la temática escogida para la clausura de los seminarios
de investigación que se han desarrollado a lo largo del año
dentro del curso de doctorado de Biomedicina de la Universidad de
Cantabria. El arquitecto Jordi Bonet Armengol, director y coordinador
desde hace veinte años de las obras de la Sagrada Familia,
ofreció ayer en la Facultad de Medicina de Santander una
conferencia magistral sobre 'La originalidad de Gaudí', en
la que desveló cómo las formas de la naturaleza, y
entre ellas las del cuerpo humano, son esenciales en el templo.
Las claves de la «nueva arquitectura» de Gaudí
se pueden resumir en la aplicación de una tecnología
diferente basada en la utilización de formas naturales,
como conchas, caracoles o huevos. Del cuerpo humano estudió
la geometría existente en los huesos, que derivó
en uno de sus descubrimientos: Las famosas columnas inclinadas
de la Sagrada Familia. «Gaudí decía que su
arquitectura era viva, y los signos de la vida son el movimiento
y el color, que aplicó a los campanarios de la Sagrada
Familia, lo único que pudo ver acabado en los 40 años
que dedicó a la obra», explicó el arquitecto.
Bonet Armengol dirige un equipo formado por dos docenas de arquitectos
y aparejadores que construyen el templo expiatorio «con
donativos procedentes de todo el mundo, sin dinero de la Administración».
Este 'olvido' gubernamental contrasta con las cifras de visitantes
que atrae: «En 2004 entraron 2.260.000 personas, algo inaudito;
no hay otro monumento en España, y muy pocos en el mundo,
que reciba tantos visitantes».
Un cliente «sin prisa»
«Igual que decía Gaudí, mi cliente no tiene
prisa», respondió Bonet a la obligada pregunta de
cuándo terminarán las obras del este ya símbolo
universal. Tiene claro que sus ojos no verán la conclusión,
aunque confía en ser testigo de la entrada al culto en
el templo, plazo de espera que estima que podría expirar
«en tres o cuatro años». Atendiendo a la historia
de «altos y bajos» de estas obras, Bonet descarta
apostar por una fecha aproximada en la que el emblemático
edificio pueda terminarse.
La vinculación de Antoni Gaudí con Cantabria fue
otro de los ámbitos abordados por el experto, que manifestó
su deseo de volver a visitar 'El Capricho' de Comillas, monumento
que sólo pisó en una ocasión, una menos que
su propio autor, según precisó.
El mecenas de Gaudí, José Güell, casado con
la hija de un santanderino, le encargó la construcción
de El Capricho: «Tuvo una gran amistad con Antonio López
y López, al que le dedicaron un monumento ante la lonja
barcelonesa, y también con sus hijos», indicó
Jordi Bonet, entre otras anécdotas que demuestran la relación
existente entre el arquitecto y personalidades cántabras.
Por otra parte, 'El Capricho' de Comillas es una de las doce
obras de Gaudí candidatas a formar parte de la Lista del
Patrimonio Mundial de la Unesco, cuestión que se debatirá
el próximo 15 de julio.
02 Julio 2005
El
diario montañés
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