La plaza
Gaudí tendrá parking subterráneo de autocares
RAMON SUÑE
La sociedad Barcelona Serveis Municipals (BSM) construirá y gestionará en
la plaza Gaudí un aparcamiento subterráneo que destinará su primera
planta al uso exclusivo de autocares. El aparcamiento dispondrá de 18 plazas para
los autocares que diariamente trasladan a un gran número de turistas a la Sagrada
Família, que, según las últimas estimaciones, se ha convertido en
el lugar más visitado de España.
Con la construcción de este parking, el Ayuntamiento confía en aliviar la situación
de colapso circulatorio que se vive a menudo en torno al templo diseñado por Gaudí como
consecuencia de la presencia en la zona de un gran número de autocares turísticos. El nuevo
equipamiento permitirá que los autocares, después de desencochar en los espacios reservados
para esta operación, puedan estacionar justo al lado de la Sagrada Família mientras dura
la visita. El aparcamiento está pensado, sobre todo, para los autocares que trasladan turistas
que hacen visitas relámpago a los alrededores del templo. Los que realizan estancias más
prolongadas serán desviados hacia el parking de Glòries.
Las otras dos plantas del parking, que estará situado entre el lago de la plaza Gaudí y
los edificios que dan a la calle Lepanto, serán para uso de turismos. El estacionamiento, que
podría entrar en servicio a comienzos del 2007, forma parte de un programa que prevé la
construcción en los próximos tres años de una treintena de parkings, con una capacidad
total de más de 7.600 plazas. Además del de la plaza Gaudí, los de los paseos Josep
Carner y García Faria también contarán con espacios para autocares turísticos.
La construcción del aparcamiento de Sagrada Família -al que se accederá por la calle
Lepant y del que se saldrá por la calle Marina- será aprovechada para mejorar el jardín
de la plaza Gaudí. No se modificará ninguno de los elementos esenciales de este parque
diseñado por Rubió i Tudurí, pero sí se acondicionarán sus accesos
y se permeabilizará el espacio interior para que deje ser refugio de los amigos de lo ajeno que
suelen actuar en un enclave visitado por más de dos millones de personas al año.
La Vanguardia
Jueves 14 Abril 2005 |