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Los picapedreros de la Floresta trabajan en la Sagrada Familia
De un tiempo a esta parte el monumental templo expiatorio de
la Sagrada Família de Barcelona, proyectado por Antoni
Gaudí, -el arquitecto de Dios como ha sido llamado- tiene,
aparte de la piedra como elemento básico, la participación
activa de artesanos e industrias de les Garrigues.
En la transformación de la piedra en arte está en
primera línea la saga de los Martín, dinastía
familiar de artistas picapedreros que renunciaron a la industrialización
para cultivar en la piedra el arte de expertos maestros artesanos.
En les Garrigues, y de manera singular en la zona noroeste de
la comarca, especialmente en la Floresta, los yacimientos de piedra
son abundantes. No es que “de las piedras saquen panes”
como reza el adagio castellano referido a la laboriosidad de los
catalanes, pero algo de cierto cabe en la mutación de la
piedra más allá de su aplicación en el campo
de la arquitectura, cuando el mismo relato evangélico hecho
por Lucas atribuye a las piedras capacidad para engendrar hijos
de Abraham (3,8) y voz para gritar (19,40).
Por esta coincidencia de riqueza y arte, el pequeño pueblo
de la Floresta enclavado en el centro de la zona donde las canteras
de piedra afloran en la superficie, ha dado nombre y prestigio
a este elemento geológico que, desde hace siglos, resulta
selectivo para las construcciones monumentales de nuestro país.
Esta circunstancia y sus características ha hecho de la
Floresta la capital de la piedra de Catalunya.
La piedra con denominación de origen la Floresta está
presente en diversas construcciones monásticas como Poblet
en primer término y en otros grandes edificios institucionales.
Su tono blanco y la ductilidad de su naturaleza le dan una preferencia
para su tratamiento y transformación en verdaderas piezas
de arte. De ahí su elección, por parte del equipo
técnico, para proseguir la construcción del templo
de la Sagrada Família de Barcelona, la catedral del Mediterráneo
como ha sido adjetivada ya por su belleza y proporciones. En esta
elección ha influido la categoría profesional de
los Martín, que tienen en la Floresta su taller artesano,
único en la actualidad, y a cuya iniciativa se debe el
interesante Museu de la Pedra que lleva el nombre de Felip Martín,
el fundador de la dinastía familiar dedicada al tratamiento
manual y artístico de la piedra.
A partir de esta vinculación profesional de los Martín
en la obra de construcción de la Sagrada Família,
Feliu Martín el joven vástago de la dinastía
familiar artesana, fue llamado a asumir responsabilidades técnicas
en la ejecución de las obras. Esta circunstancia ha permitido
el despliegue de actividades relacionadas con el nuevo templo
en el mismo taller artesano de los Martín en la Floresta,
en donde se cincelan actualmente las cúpulas en forma ocular
de las siete capillas situadas en el ábside de la nave
central de la nueva catedral basílica. Los nervios de cada
una de ellas que arrancan de las paredes que mandó construir
Gaudí, dan soporte a los nuevos óculos a una altura
de 70 metros de la base.
De manera simultánea se está trabajando en el taller
artesanal de la Floresta, el revestimiento interior de las escaleras
de caracol del frontispicio de la Gloria, situado en la calle
Mallorca que constituye el principal acceso al templo.
Según Feliu Martín, están programadas otras
obras con piedra de la Floresta, lo que conlleva una serie de
actividades que implican a diversas industrias de les Garrigues
dedicadas a la extracción de piedra de los yacimientos,
recortes de bloques, transporte y servicios auxiliares. Es obvio,
pues que un amplio sector relacionado con la piedra de origen
garriguenc se mueve alrededor del nuevo templo generando trabajo,
riqueza y arte.
Inicialmente, Gaudí utilizó piedra de Calafell de
características similares a la de la Floresta. El agotamiento
de sus canteras planteó la necesidad de investigar otros
yacimientos, investigaciones que derivaron hacia la Floresta que
por la calidad de su piedra ha sido considerada la más
idónea por el Centro de Investigación de Minerales
de la Universidad de Oviedo.
Este descubrimiento coincidió con otro no menos importante:
la del clan familiar de los Martín. Tres generaciones,
hasta hace poco, formaban el núcleo base de su actividad
artesana. Pero con la muerte del patriarca del clan e iniciador
de la dinastía, el nonagenario Felip, el equipo lo integran
actualmente su hijo Fèlix y el nieto Feliu que es el que
mueve los hilos de enlace de la obra y el centro artesanal de
la Floresta a cargo de Fèlix Martín, el artista
que a golpes de maceta y de paciencia sigue dando a la piedra
perfiles góticos de gran belleza. Quizá sea el hombre
de Ponent que más polvo pétreo haya tragado.
Fèlix Martín no renuncia a la manualidad de su arte
de la piedra. Tampoco rechaza las nuevas técnicas con el
ordenador incorporado y las nuevas tecnologías. Pero para
él el tratamiento personal de la piedra va más allá
de la materialidad y explotación técnica del arte.
Sabe descubrir en cada golpe, en el trazado del cincel sobre la
piedra, en la figuración y relieve de las formas, el ensamblaje
de la idea y del arte como producto de la capacidad creativa trascendente.
MELANI D'URGELL
La Mañana
Digital
Miércoles, 7 Enero 2004
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