LA exposición 'Dalí. Cultura de masas', que hasta el 23 de mayo se puede
visitar en el nuevo espacio Caixa Forum de Barcelona, y que ya se ha presentado en el
Museo de Arte Reina Sofía, se enmarca dentro de los actos del Año Dalí
2004, que conmemora el centenario del nacimiento del artista ampurdanés. Esta excelente
exposición reúne pinturas, dibujos, fotografías, anuncios, películas
y spots de televisión que abarcan todas las épocas de la producción
daliniana. La muestra ha sido ordenada temática y cronológicamente en ocho
espacios, con apartados monográficos dedicados a la interpretación de 'El
Ángelus' de Millet: 'El Ángelus. El mito trágico'. En el espacio
'Vida moderna. Arte. Antiarte', se establece una relación entre la pintura de Dalí
con temas 'modernos'. Las colaboraciones con el cine se acogen en el ámbito: 'Hollywood:
Lugar de peregrinaje'. El espacio 'Sueño de Venus', donde se describe el pabellón
que Dalí diseñó para la Exposición Universal de Nueva York
de 1939. El espacio dedicado al diseño de muebles, objetos, moda y publicidad se
integra en el espacio: 'Fiat modes, pereat ars'. Documentos fotográficos en donde
se aprecia la labor de distintos fotógrafos que ejecutaban técnicamente
sus ideas. 'Dalí News' muestra la relación con la prensa y, por último
se finaliza el recorrido con dos retratos cinematográficos que Andy Warhol hizo
de Dalí en los años 1965 y 1966 y que se proyectaban en las paredes donde
se celebraban las fiestas de la factoría Warhol.
El comisario de la exposición, Félix Fanés, subraya que la aparición
de dos culturas, una alta, dirigida a una minoría culta, y otra baja, producida
industrialmente y al alcance de todo el mundo, es una novedad del siglo XX. Todos los
artistas tuvieron que tomar posiciones ante este fenómeno. También Salvador
Dalí. Desde el principio el pintor se mostró atraído por la cultura
industrial. Ya en los años 20 elogiaba el cine, la fotografía y los anuncios
publicitarios. En contacto con los surrealistas aquel optimismo maquinista se tiñó
de recelo. Los objetos de la vida moderna dejaron de ser interesantes por lo que tenían
de funcional y pasaron a serlo por lo que insinuaban de misterioso y oculto. La exposición
trata de estas relaciones entre el arte y el no arte, lo que aquí se llama: La
cultura de masas.
La exposición 'Dalí. Cultura de masas' es ante todo un deslumbrante paseo
por la imaginación de un gran creador. Un artista que no se limitaba a una faceta
determinada del arte, no tenía un pensamiento unidireccional o frontal, sino disperso
y excéntrico. Llama la atención que el pabellón que Dalí diseñó
en Nueva York, para la Exposición Universal, hoy no sería extraño
que fuera censurado por el gobierno de los EE. UU. Uno tiene la sensación de que
el mundo era más moderno entonces y de que casi todo está inventado. La
exposición se inauguró el 30 de abril de 1939, a las puertas de la Segunda
Guerra Mundial, se concibió como un último esfuerzo para superar la Gran
Depresión, aquella exposición se presentaba como una plataforma de proyección
hacia el futuro, bajo el lema: 'El mundo de mañana'. Ahora estamos en el mundo
de mañana de Dalí y tengo la triste sensación de que, al menos en
ciertos aspectos ideológicos, estamos viviendo el ayer de los años 30.
En el apartado 'Hollywood: Lugar de peregrinaje' se describe el interés de Dalí
por el cine, desde las primeras películas vanguardistas con Luis Buñuel
hasta las experiencias con Walt Disney (Destino, 1946). También se muestran por
primera vez los interesantes óleos y dibujos que realizó con motivo de este
trabajo, así como los proyectos con los Hermanos Marx ('La femme surrealiste',
1937) o con Hitchcock ('Recuerda', 1945). O el diorama de la Sala Mae West del Teatro-Museo
Dalí, 1974. Del contacto directo con Hollywood, dice Félix Fanés,
Dalí saco probablemente la conclusión de que, si había que convertirse
en alimento de las masas, no podía evitar inmiscuirse en los medios que accedían
a ellas más directamente. Una conclusión acompañada de una segunda
reflexión: los mencionados medios, además de un canal de difusión
eran también unos creadores de mitología. Que podía ser reconvertida
y reutilizada con propósitos propios.
Las más de cuatrocientas piezas que integran el recorrido por la cultura de masas
de Salvador Dalí merecen un espacio más amplio que expondré en un
siguiente artículo.