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Megamuestra de Dalí llega a Buenos Aires
Desde hoy, y hasta el mes de agosto, se podrán ver más de
300 obras
El Centro Cultural Borges presentará desde hoy una megamuestra con
más de 300 obras de Salvador Dalí, en lo que constituye uno de los tributos
más importantes de todos lo que se ofrecerán a nivel mundial para conmemorar
el centenario del nacimiento del artista catalán.
Durante los próximos seis meses, el genio creador de Dalí se
dispersará en grabados, esculturas, afiches, fotos, cerámicas, porcelanas,
objetos en plata, réplicas de joyas, libros de autor y los llamados "efectos
visuales anamorfos-cónicos", dibujos irregulares que deben verse con un reflectante
circular, donde aparece la imagen.
La muestra se desplegará en 800 metros cuadrados de superficie -incluso
se avanzará sobre espacios no utilizados hasta ahora dentro del Borges- y ofrecerá,
entre otras novedades, la reconstrucción del Café de La Habana, una taberna
donde Dalí solía ir a comer tapas en el pueblito de Cadaqués. Allí
también el artista se juntaba con su propietario, Nano, y juntos entonaban tangos.
En la réplica del café se servirán comidas típicas
de la región y los miércoles se realizarán mesas redondas, debates,
encuentros y se proyectarán videos con Dalí como protagonista.
La muestra porteña es una de las once que se llevarán a cabo
en forma simultánea en cinco países. Junto a Argentina se suman a la conmemoración
del centenario del nacimiento de Dalí, España, Italia, Holanda y Estados Unidos.
UN ARTISTA INTEGRAL
Amado y odiado en similares proporciones, Dalí pintó como vivió:
le otorgó trazo definido a las teorías psicoanalíticas, exploró
con maestría sus propias obsesiones y supo cotizarlas en cada uno de sus emblemáticos
desbordes emocionales, muchos de los cuales se exhiben en su museo de Figueras, 150 kilómetros
al norte de Barcelona.
Para algunos, su mayor gloria fue el haberse convertido en el precursor
indiscutido del marketing personal. Su incuestionable talento fue tan necesario para ponerle
imágenes a sus puntos de vista como para escandalizar al mundo entero con extravagancias
y luego venderse a buen precio.
Más allá de las controversias que despierta el personaje,
los distintos tributos que se preparan en estos días para celebrar su centenario
no hacen más que recalcar el aporte de Dalí a la escena cultural del siglo
XX.
Entre esos homenajes previstos figura la publicación en París
de "Visages cachés" (Rostros ocultos), una novela que según datos
de sus allegados fue escrita por el artista en apenas cuatro meses, durante 1943.
Dalí relata en esta producción de 600 páginas, que
estará en las librerías francesas a partir de hoy, la vida mundana de un grupo
de aristócratas antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
En el prefacio, el pintor explica que escribió el libro convencido
de que "la historia contemporánea ofrece una estructura excepcional para una
novela sobre la evolución y los conflictos de las grandes pasiones humanas".
OTROS HOMENAJES
Paralelamente, por estos días acaba de aparecer en España una
biografía, escrita por Javier Pérez Andújar, que reivindica al Dalí
más pop, al provocador que reivindicaba los fanzines y pintaba "calabazas cósmicas"
en el concurso "Un, dos, tres".
Bajo el título "Salvador Dalí, a la conquista de lo
irracional", el libro presenta a un hombre igual de vitalista que obsesionado por la
muerte, tan buen vendedor de sí mismo como mal negociador de los precios de sus cuadros.
Sin duda, el "Año Dalí" ya está en marcha
y la muestra que presentará el Centro Cultural Borges hasta el 8 de agosto es una
oportunidad para que el público aborde una producción que encarna -más
allá de las polémicas- una síntesis genial entre clasicismo y vanguardia,
cuyos contradictorios elementos son puestos por Dalí al servicio exclusivo de su
propio goce.
El Día
Jueves, 5 de Febrero 2003
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