Artículo de Información
Urbanismo reforma el proyecto de la plaza de Dalí y mantiene el
dolmen y la escultura
El antiguo pavimento
no se considera una cruz ni parte del conjunto al no estar recogido en
el acuerdo firmado entre el Ayuntamiento y Salvador Dalí
El nuevo proyecto municipal para la Plaza de Dalí mantiene definitivamente
la ubicación original del monumento del artista catalán,
aunque sigue sin incluir en el conjunto de la obra el enlosado ya que,
según el concejal de Urbanismo, Vivienda e Infraestructuras, Pío
García-Escudero, «no está recogido en el acuerdo firmado
entre Salvador Dalí y el Ayuntamiento, en el que sólo se
habla del dolmen y de la estatua».
De esa forma, desaparecerán todas la losetas que han sido causa
de la polémica ya que, según la plataforma creada en defensa
del monumento, «dibujaban el Cristo Crucificado diseñado
por el artista», por lo que consideran que «es una mutilación
de la última obra de Salvador Dalí». En el mismo sentido,
se manifestó el senador de CiU Jordi Xuclá, que trasladó
la polémica al Senado, donde la ministra de Cultura, Pilar del
Castillo, aseguró que «la obra será mimada».
Técnicos municipales que, en su día, negociaron el acuerdo
con el propio Salvador Dalí aseguraron que «el artista en
lo que puso más énfasis fue en que aparecieran la cuatro
letras de Gala en el cubo del pedestal, así como en que las patas
del dolmen tenían que ser de cantera mientras que la horizontal
debía ser natural, encontrada. También se le comunicó
que el pavimento iban a ser unas ondas y le pareció bien. En ningún
momento, se habló de cruz».
Así, con todas las Administraciones, incluida la Comunidad a través
de Patrimonio, considerando conjunto monumental sólo al dolmen
de piedra y a la escultura de bronce sobre el pedestal, el pavimento será
completamente nuevo.
Grandes losas de granito
A lo largo del tramo entre Narváez y el Palacio de los Deportes,
llevará grandes losas de granito de 2,5 por 1 metro, que tendrán
intercalados los 80 bajorrelieves de bronce, diseñados por el escultor
Francés Torres, con representaciones de fósiles, referencias
arqueológicas y textos que ya se incluyeron en el proyecto inicial.
Estos bajorrelieves incrustados en el pavimento, con reproducciones de
un pasado remoto como de aquellos que lo serán en un futuro, serán
más abundantes en la zona cercana a Narváez e irán
disminuyendo paulatinamente hasta superar la mitad de la plaza.
Círculo de adoquín rugoso
La única novedad que la adaptación del proyecto incluye
en el pavimento es la realización de una base especial para el
monumento de Dalí, realizada en adoquín rugoso, de 10 por
10 centímetros, con forma de círculos concéntricos,
con el fin de darle un tratamiento de unidad a las esculturas y destacar
el conjunto del resto de la plaza.
Otras de las modificaciones están relacionadas con las fuentes
previstas. Por un lado, desaparece una de ellas, una figura femenina de
acabado hiperrealista que iba a colocarse en la zona cercana al Palacio
de los Deportes,mientras que la escultura de Francés Torres, denominada
«El olivo que llora», realizada en vaciado de bronce, con
un sistema de tubos que le permite exudar agua para que se deslice por
las ramas y el tronco hasta alcanzar el suelo, pasará a ocupar
el centro de la plaza, lugar destinado en el proyecto inicial a la estatua
de Dalí.
Jardineras
En la parte baja de la plaza, en la zona más cercana a Narváez,
se colocará otra lámina de agua que mantendrá la
misma forma que las ocho jardineras inclinadas, que ya se habían
diseñado para acoger minipraderas y 50 acacias que favorezcan la
umbría en esta zona estancial, y que llevan incorporados asientos
de madera.
Con la actuación, se renovará totalmente el alumbrado,
con la instalación de 22 báculos de 12 metros de altura,
de diseño singular, que se caracteriza por su forma en «L»
y en el que destaca el tamaño de brazo, 3,25 metros. También
se instalarán bolardos para proteger la zona peatonal de la destinada
al tráfico restringido y se plantarán 72 árboles
en el resto de la plaza.
Además, se colocarán 31 metros de bandas transversales
de luz, con un ancho de 6,5 centímetros, integradas en el pavimento
para completar la iluminación del conjunto.
Protesta
Precisamente ayer, alrededor de una treintena de personas participó
en la «visita colectiva» a la Plaza de Dalí, que bajo
el lema «Cómo se destruye una obra de arte» organizó
un grupo de vecinos de la zona contrario al proyecto de reforma auspiciado
por el Ayuntamiento.
Los convocantes del acto colocaron carteles con el lema «SOS Dalí»
en el dolmen y el pedestal ideados por el genial artista catalán.
Además, aprovecharon para continuar la recogida de firmas contra
el nuevo diseño.
MERCEDES CONTRERAS
Diario ABC (España)
Lunes, 1 Diciembre 2003
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