La portada del Nacimiento es la de la Esperanza, y en ella quiso Gaudí colocar una gran cantidad de esculturas como esplendoroso complemento de la arquitectura. Un detenido examen del Portal del Nacimiento permite localizar en él a casi un centenar de especies vegetales y otro tanto de especies animales, representados escultóricamente en sus arquivoltas y funículas. Esta fachada consta de tres puertas dedicadas a la Fe, la Esperanza y la Caridad. En la columna que parte la puerta central, la de la Caridad, están grabados todos los nombres de la geneología de Cristo, la serpiente con la manzana en la base y en la culminación el niño Jesús en el portal con el buey y la mula. En esta puerta también aparecen los grupos de la adoración de los Reyes y los signos del Zodíaco tal como estaban el día del Nacimiento de Jesús. El resto de la fachada contendrá distintos episodios de la infancia de Jesús y misterios como el de la Santísima Trinidad y la Immaculada Concepción.

Para poder ver todos los detalles de los modelos que necesitaba para hacer las esculturas utilizó un sistema formado por dos espejos unidos por una visagra que le permitían ver varios planos de una misma figura. Así, al tener la posición que creía más adecuada, se hacía un molde de yeso vacío del cual se hacía una pieza maciza que luego se esculpía en la piedra. También estudió el cuerpo humano y sus movimientos con la ayuda de esqueletos (tenía dos: uno natural y otro metálico reducido una quinta parte del natural) a los que dotaba de articulaciones para estudiar las posiciones más adecuadas.

Las torres de la fachada del Nacimiento se inician en forma cuadrada y a determinada altura pasan a ser de sección circular. La primera se terminó en 1918, y el conjunto de las cuatro se culminó en 1926 con la coronación que representa un ciprés, símbolo de la perduración en el tiempo. Las torres se rematan con un aplacado de mosaico que representan el anillo pastoral, el báculo y la mitra del obispo. Gaudí escogió este tipo de aplacado porqué en vista de la dificultad de reparación de las piezas a tan gran altura era preferible escoger uno que fuese muy duradero como lo es el veneciano.

La fachada de la Pasión se encuentra dispuesta en el lado contrario que la del Nacimiento y tiene lineas más acusadas y duras para significar el dolor y el sacrificio del final de la vida de Jesús. Cristo crucificado preside la puerta central, y a su alrededor están los que asistieron a su agonía: las santas mujeres, Longinos, el Buen Ladrón, por un lado, y los soldados que le ultrajan y el Mal Ladrón, al otro. En esta fachada aparecen tres palabras latinas: Veritas, porqué, como dice el Evangelio, Jesús es la Verdad, Vita, porqué el amor de Jesús al prójimo es Vida, y Via, porqué Jesús es el Camino. Entre 1892 y 1917 se hicieron los estudios para esta fachada, pero hasta 1952 no se inició su construcción, terminándose en 1978 los campanarios.

En la fachada principal, aun por construir, se glosará la vida y el fin del hombre. A media altura se representará la vida humana con los atributos de todos los oficios manuales, presididos por San José en su taller, y debajo las figuras de Adán y Eva, que con su caída obligaron al hombre al trabajo como castigo. También se representarán el purgatorio, la muerte y el infierno, así como los atributos de la Pasión, siete ángeles como alegoría del Juicio Final, y encima de todos, el Padre Eterno, acompañado de ángeles y de los días de la Creación. En el pórtico habrá siete puertas cada una dedicada a un sacramento y a una petición del Padrenuestro.

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