“El Capricho”, la joya de Comillas (Cantabria)

Queridos amigos:

Si tenéis la oportunidad de visitar Cantabria, posiblemente quedareis fascinados por la belleza de sus parajes naturales. Un litoral donde podréis admirar como la cordillera Cantábrica forma agrestes acantilados o playas donde la fuerza del mar permitirá a los más atrevidos practicar el surf. Si lo vuestro es la montaña, los Picos de Europa y las sierras cántabras os permitirán recorrer espacios naturales en los cuales se esconden algunos de los más genuinos núcleos rurales de la Cornisa Cantábrica. Santander, su capital, preside una hermosa bahía y durante buena parte del año lidera una activa vida cultural. Si os acercáis a Santillana del Mar, el museo y la “neocueva” de Altamira os ofrecen la posibilidad de conocer y admirar la réplica de una de las primeras muestras artísticas de la humanidad, un equipamiento museístico que desde su inauguración se ha convertido en “meca” del turismo cultural que se acerca a esta zona. Y entre un sinfín de atractivos que resulta imposible enumerar, en la costa occidental, en Comillas, os espera una pequeña joya, un palacete que os evocará el arte islámico y el arte medieval y os transportará al mágico universo de Gaudí: “El Capricho”.

Como todas las obras del maestro su aspecto es sorprendente. Los muros del edificio se hallan cubiertos de girasoles que dan luz y calidez a un rincón a menudo cubierto por las brumas grisáceas del clima atlántico, las ventanas que se abren para iluminar el interior son una muestra de formas caprichosas y los forjados de las barandillas de los balcones del salón que acogen bancos para admirar, no el entorno, sino el propio edificio, son algunos de los detalles que nos acercan al joven Gaudí que a finales del siglo XIX diseñó “El Capricho”.

Son muchos los visitantes que se acercan a conocer “El Capricho”, un edificio que hoy se halla en manos privadas lo que implica la imposibilidad de poder admirar el interior del palacete ya que acoge un establecimiento de restauración. Es posible visitar el jardín y admirar el exterior del conjunto y tenéis a vuestra disposición una tienda donde adquirir recuerdos diversos vinculados a la figura del arquitecto. Quizá sería deseable mejorar la señalización de acceso al recinto, no olvidemos que este edificio puede convertirse muy pronto en Patrimonio de la Humanidad, y asimismo, la colocación de algunos paneles informativos ayudaría a los visitantes a conocer la historia del mismo y el universo de Gaudí.

Espero que las fotografías que acompañan estas líneas os acerquen a esta singular obra del maestro.

Muchos saludos “Gaudinianos”.
Ma Teresa Segura

Muchas gracias Mª Teresa!!!