Cominenza la devoción
por Gaudí antes de ser beato
Cada vez más personas piden ver la
tumba del arquitecto y dejan velas como ofrenda, así que se ha decidido
abrir un acceso desde el museo
BARCELONA. - La tumba del arquitecto Antoni Gaudí,
cuyo proceso diocesano de beatificación autorizó el Vaticano en marzo,
comienza a ser destino de peregrinaje. "Nos encontrábamos con el problema
de que la gente pedía cada vez más ver la tumba de Gaudí, que está en
la cripta, y sólo se abre cuando hay misa en la parroquia", explicó
ayer Jordi Bonet, arquitecto jefe del templo de la Sagrada Farnília,
donde Gaudí empezó a trabajar en 1883 y que se acabará en unos cincuenta
afios.
Para contentar a turistas, y piadosos, los técnicos
han aprovechado las obras de cimentación de una de las columnas del
transepto para abrir un acceso desde el museo hasta la parte posterior
de la cripta. Desde allí, tres ventanas oscurecidas permiten ver la
tumba del genial arquitecto modernista, fallecido en 1926, ubicada ante
una imagen de la Virgen del Carmen.
De un año y medio a esta parte ha aumentado el interés
-casi la devoción- de quienes visitan la cripta, que hace las veces
de parroquia para el barrio mientras no se culminan las obras del templo.
"Ahora se ven pequeñas ofrendas y velitas encendidas -explicó Jordi
Bonet- que deja allí la gente que va a la parroquia. Es algo nuevo,
de hace un año y medio. No es raro ver allí a gente en actitud devota."
La devoción por Gaudi -Privada, pues no podrá ser
pública hasta que la Iglesia le declare beato- no deja de crecer. También
ha aumentado la correspondencia que recibe el párroco Lluís Bonet, hermano
del actual arquitecto y vicepostulador del proceso de beatificación
de Gaudí. "Llegan más cartas de Barcelona y, sobre todo, de Latinoamérica
-dijo ayer el sacerdote- de personas que han visto en Gaudí a un hombre
de Dios del que se puede tomar ejemplo. La mayoría piden trabajo o la
curación de alguna enfermedad."
El boletín de la Associació Pro Beatificació d'Antoni
Gaudí reproduce algunas de esas cartas, venidas de Santiago de Chile
o de Buenos Aires, en las que algunos católicos afirman tener estampas
de Gaudí colgadas en su habitación, sentirse protegidos por él y haber
obtenido gracias por su intercesión.
Hasta ahora sólo se podía ver la tumba de Gaudí coincidiendo
con las misas de la parroquia: los días laborables de nueve a diez de
la mañana y, por la tarde, de seis a nueve, y los sábados y domingos,
básicamente por la mañana. El acceso desde el museo se abrirá el sábado,
segundo día de la cuestación anual de recogida de fondos para continuar
las obras. Habrá mesas petitorias de viernes a domingo.
Con esta cuestación, la junta de constructores prevé
recaudar unos diez millones de pesetas, según la media de los últimos
años, una cantidad simbólica para la magnitud de las obras, que el año
pasado supusieron una inversión de más de mil millones, procedentes
de donativos y de subvenciones públicas. Según Jordi Bonet, ya se ha
construido el 55% de la obra, pero no es posible aventurar el coste
global.
El museo mostrará también fotografías del entierro
de Gaudí, que fue una gran manifestación de duelo ciudadano, y material
de sus colaboradores, como Josep M. Jujol, Doménec Sugranyes, Llorenç
Matamala o Isidre Puig i Boada, y de estudiosos de su vida y obra, como
George R. Collins o J. F. Rafols.
Naves cubiertas para la misa del 31 de Diciembre
El Cardenal Carles cerrará el jubileo en la Sagrada Família. Las naves
del templo expiatorio de la Sagrada Família y parte del transepto y
del crucero estarán ya cubiertos por sus bóvedas para la misa que el
cardenal Ricard Maria Caries, arzobispo de Barcelona, oficiará allí
el 31 de diciembre, último día de este año jubilar. "La parte que falta
la cubriremos con plataformas -explicó el arquitecto Jordi Bonet-, pero
si llueve será dificil evitar que la gente se moje." El recinto tiene
capacidad para unas cinco mil personas, muchas de ellas de pie, pero
los constructores del templo prevén que acudan muchas más porque la
celebración no será a medianoche, como misa del Gallo, tal como se dijo
en un principio, sino que tendrá lugar por la tarde. Esta misa cardenalicia
pretende cerrar el jubileo del año 2000 y al tiempo conmemorar el día
de la Sagrada Familia, que este año cae precisamente el domingo 31.
El día de la Sagrada Familia se celebra siempre el primer domingo después
de Navidad.
MARÍA-PAZ LÓPEZ
La Vanguardia
Miércoles, 31 de Mayo de 2000
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