Sobre Antoni
Gaudí
Si alguien me pregunta sobre Antoni Gaudí, como arquitecto,
no tengo más respuesta que reconocer su genialidad. Una genialidad que
a menudo se traducía en mal genio, según testimonios para mí indiscutibles.
Si alguien me pregunta sobre su catolicismo, tendré
que reconocer que dio muestras fehacientes de ello con su obra. No sólo
con la Sagrada Familia, donde cada piedra podríamos decir que tiene
un significado, sino también con otros templos que construyó, y con
la famosa Pedrera que fue proyectada como un monumento a la Virgen María
y que quedó inacabado.
Dicen que Gaudí era un converso. Si lo era, hizo como
la mayoría de conversos desde san Pablo, pasando por san Agustín, Chesterton
o Papini: se apasionó. Y si Chesterton escribió vidas de santos y Papini,
una Vida de Cristo, él dio sentido cristiano a cada piedra que apilaba.
¿Era hombre de virtudes heroicas? Sólo él lo sabía,
y no creo que las explicase a nadie. Creo que el tribunal eclesiástico
tendrá mucho trabajo en averiguarlo, sobre todo si se quiere llegar,
y hay que llegar, al fondo de la cuestión, a la íntima verdad de Antoni
Gaudí.
Oriol Camps
Catalunya Cristiana
30 Marzo 2000
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