A visitar fu corazón
dormido llego a tu paz con el acento quedo,
que ahogar dentro del pecho ya no puedo mi loa por tu hacer comprometido.
Soy la voz que te canta y el latido que comulga en la esencia de tu credo,
soy el pincel que forja con denuedo los trazos de tu temple esclarecido.
Al arrulló del palpito del arte he venido a tu entornó gaudiniano
con ferviente intención de retratarte, plasmar tu fuste anímico y humano
con los colores que para pintarte se desbordan en versos por mi mano.
Puntal de creativa arquitectura
que haces correr mis versos cual corceles...
¡cómo inflama el hacer de mis pinceles la personalidad de tu figura!
Artista de acendrada galanura que con tus obras, múltiples laureles
lograste, con discípulos que, fieles, coadyuvaron tu labor madura.
Innovador y lírico arquitecto, catalán ecuménico y preclaro,
encomiable y genial por tu intelecto; tu creación está considerada,
para el futuro,
cual fulgente faro, como una flor nacida en la alborada.
Se alzó tu fantasía
al mismo cielo que potenció tu ingenio a manos llenas;
eres orgullo y prez de las serenas tierras tarraconenses, grato suelo.
Compensó tu trabajó y tu desveló un caudal de energía
por tus venas
conjugando las glorias con las penas o incomprensiones por tu ardiente celo.
Tus lápices de línea decidida devoraban papeles a montones
y afloraba a tu mano enardecida el milagro del arte a borbotones
lo mismo que la sangre de una herida que brota desbordando canalones.
Tu instinto innato tan
decorativo con raíz de intuición impresionista
alentaba febril tu alma de artista, plenilunio en valores expresivo.
¡Qué placer para tu ente creativo y qué recreación para
la vista!
Tu acreditada vena ceramista gozaba por cumplir un objetivo.
Genio de meritorias construcciones que ornadas de fantásticos retales
de vidrios, de cascotes, de azulejo, han llevado tu fama a otras naciones;
se miran más tus obras inmortales que una mujer se mira en un espejo.
Granito, mármol,
roca, diorita, los rudos elementos son belleza,
veneración por la naturaleza tiene tu docto estilo que no imita.
Tu fuerza creadora se limita a lograr impresión en cada pieza
donde a buscar otro lenguaje empieza el diseño en reposo que palpita.
Escultor del espacio, ¡cómo siento tu agudeza expresiva inusitada
de ingentes formas, masa en movimiento! ¡Cómo alentabas esa melodía
de la emoción visual tan acusada que por la periferia se expandía!
La Sagrada Familia,
luminosa, de espiritualidad tan exaltada
de escarchas y de nubes va labrada en riqueza de líneas primorosa.
Impactante su altura prodigiosa, del místico Gaudí más divulgada
que dejó por su muerte inacabada, obra grandilocuente y asombrosa.
Cubiertas de mosaicos de colores, cual si quisieran evitar el suelo,
con palmeras, estrellas, nieves, flores, sus altivas agujas se levantan;
quieren rasgar el pabellón del cielo y en su oración de piedra a GAUDÍ
cantan.
Hijo ilustre de Reus,
no te has ido... Tu gracia en cada piedra está grabada
y en el llano costero dibujada para decir: "¡No estás en él
olvido!"
Tu espíritu selecto y elegido se mece en la tarea enamorada
de alzar por medio de obra ponderada tu numen creador nunca inhibido.
¡Gracias por tu conducta laudatoria, por tus obras sin par ornamentales
donde hierros forjados se retuercen, por tu edificación tan meritoria
de audaces trazos tan originales que al contemplarlos gran tensión ejercen!
¡Gracias por tu
legado a la cultura, por tu estilo moderno y sugerente,
por ser honesto, libre y consecuente aunando él arte con la arquitectura!
¡Por tu buen gusto como asignatura decorativa, abstracta y elocuente,
tu lirismo acusado y sorprendente, mítico ser de austera compostura!
¡Disfruta de la dicha en que te anegas! ¡Descanse en paz tu amor por lo
divino
que en bellas construcciones nos entregas! Recorriste sin pausa tu camino
encumbrando las formas. Ya sosiegas, fuerza de fe, perseverancia y tino.
GAUDÍ,
profesional enaltecido, memorial no mereces tan pequeño.
¡Será preciso perdonar mi empeño dé plasmar tu carisma
desmedido!
A despertar tu corazón dormido vine, tal vez a importunar tu sueño,
qué se me antoja celestial ensueño sabiendo lo que el mundo te ha querido.
Lejana está tu vida transitoria, mas, pervive tu nombre inextinguido.
Porque eres patrimonio dé la Historia, portento en Cataluña amanecido,
por tu valiosa y amplia trayectoria se desborda mi acento conmovido. Sentido
musita el alba su clamor de gloria ¡por ANTONIO GAUDÍ! ¡
por su memoria!
que ha esculpido sus letras iniciales la eternidad entre los inmortales...
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