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Sus rincones, los proyectos diversos que se llevaron a cabo para llegar a la máxima comodidad en la casa, el lujo, minuciosidad y trabajo de sus detalles, las distintas influencias neogóticas que podemos encontrar... todo un sinfín de elementos que, una vez más, nos muestran el talento del que es uno de los grandes arquitectos y diseñadores del modernismo catalán. En el recorrido, pues, podemos visitar no sólo las salas más impactantes por su magnificiencia, como podrían ser el gran salón con su órgano y cúpula, donde se realizaban los míticos conciertos y recepciones organizados por el industrial y señor de la casa Eusebi Güell; el terrado, con sus entrañables chimeneas; o la entrada principal, con sus puertas de hierro forjado; sino también otras menos conocidas, pero no por ello menos destacables, como podrían ser las caballerizas, los distintos patios interiores, las estancias privadas o el corredor que unía el Palau Güell con otra edificación, localizada en la Rambla, perteneciente también a la reconocida familia. Finalmente, destacar la buena organización de la institución, a pesar de ser primer domingo de mes: al llegar, para evitar colas y aglomeraciones y, así, facilitar la visita, se da a los visitantes una hora de entrada. Además, cada uno de ellos tiene la posibilidad de utilizar una audioguía con la que, no sólo podemos informarnos sobre cada una de las salas del palacio y su historia, combinando las explicaciones con material fotográfico que podemos observar en una pantalla del mismo dispositivo, sino también disfrutar de distintas canciones compuestas por Isabel López, esposa de Eusebi Güell, a la vez que se consigue crear un clima y agradable ambiente que otorga de una magia especial a nuestro recorrido. Volver Arriba |