El difícil legado de Gaudí
UN JUEZ PARALIZA LAS OBRAS DE RESTAURACIÓN DE LA CRIPTA DE LA COLONIA GÜELL

TATE CABRÉ BARCELONA

La polémica ha tocado techo.Las obras de restauración de la cripta Güell (1808-1814), el edificio de Gaudí considerado internacionalmente como su obra cumbre, han sido paralizadas por la juez de Sant Vicenç dels Horts. La decisión ha dado un respiro a las diferentes entidades ciudadanas y comisiones institucionales catalanas y también europeas que venían solicitando insistentemente el fin de las intervenciones desde mayo del año 2002.

JORDI BELVER La remodelación exterior,dirigida por Antoni González,inició la polémica

Entonces, en plena celebración del año Gaudí, se inauguró la restauración exterior de la cripta Güell que ha llevado a cabo el Servei de Patrimoni Arquitectònic Local (SPAL)de la Diputación de Barcelona bajo la dirección del arquitecto Antoni González Moreno-Navarro. González ya había causado polémica en 1992, cuando encargó la redecoración de las chimeneas del Palau Güell (1886-1888) de Gaudí a artistas contemporáneos. Con la misma filosofía,pero con la dirección de obra en manos de los arquitectos Joan Closas y Arcadi Arribas,en enero del 2004 se inició la intervención en el interior del templo,que acabó de irritar a la parroquia en mayo, con el encalado del ladrillo visto gaudiniano. La cripta es copropiedad desde 1985 de la Generalitat,la Diputación y el Consell Comarcal del Baix Llobregat, aunque como parroquia, la iglesia tiene otorgado un uso perpetuo del edificio según el testamento del constructor, Eusebi Güell, mecenas de Gaudí.

Las distorsiones del proyecto gaudiniano que ha llevado consigo la intervención del SPAL provocaron en diciembre del 2002 la presentación en el Macba de la plataforma Disbarat a la Colonia Güell, integrada por 50 intelectuales, entre ellos Antoni Tàpies, o Benedetta Tagliabue; la difusión del Manifiesto de las 31 universidades firmado por 31 académicos europeos en otoño del 2003, y la implicación de varias instituciones.

Hay dos denuncias: de Patrimoni Cultural de la Generalitat y de la comisión de la cripta de la Colonia Güell, del arzobispado

La paralización de las obras ha llegado con dos denuncias interpuestas por la Direcció General del

Patrimoni Cultural de la Generalitat –que creó una comisión de revisión de las obras el verano pasado, integrada entre otros por los arquitectos Oriol Bohigas, Beth Galí y Josep Martorell –y por la comisión de la cripta de la Colonia Güell del arzobispado de Barcelona.Esta comisión de siete miembros está presidida por el vicario episcopal, Francisco de Paula Sala, e integrada por especialistas en patrimonio cultural además de un representante de la feligresía de la colonia y del párroco, Joan Rossell. Además, está asesorada por una segunda comisión internacional integrada, entre otros, por dos representantes de la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, Pedro Navascués y Arturo Fernández Alba; y por los gaudinistas Joan Bassegoda, director de la Cátedra Gaudí; Salvador Tarragó, director de SOS Monuments y ex presidente de Amics de Gaudí; Toshiake Tangue, ex director del Centre d 'Estudis Gaudinistes; Reiner Graefe, del instituto Leopold de Innsbruck,Austria; y Uta Häsler,rectora de la Universidad de Dormund, Alemania. Hoy mismo esta comisión hará público un informe sobre el estado actual de la cripta Güell.

Treinta meses de polémica

Mayo 2002. Año Gaudí. Final de la restauración exterior. Primeras reacciones
Diciembre 2002. 50 intelectuales crean la plataforma Disbarat a la Colònia Güell
Enero 2003. La Iglesia no aprueba el proyecto para el interior de la cripta
Noviembre 2003. Manifiesto de 31 intelectuales europeos en contra
Diciembre 2003. Antoni González pasa la dirección de obra a Joan Closas y Arcadi Arribas, arquitectos del SPAL
Enero 2004. Empieza la restauración del interior
Marzo 2004. El arzobispado crea una comisión para gestionar el problema
Julio 2004. La Generalitat crea una comisión para revisar la obra
Octubre 2004. Denuncias de la Generalitat y la Iglesia
Noviembre 2004. Paralización de la obra por orden judicial

La Vanguardia