Uno de los domicilios más visitados en Barcelona
La idea de crear la Casa Museu Gaudí en el Park Güell surgió de la Asociación de Amigos de este arquitecto, una entidad fundada en 1952 con el objetivo de celebrar el centenario de su nacimiento. El organismo, que en un inicio tenía como sede el Palau Güell, necesitaba, a finales de los años 50, un nuevo espacio donde gestionar sus actividades. Así, la asociación compró esta casa -en la que Gaudí vivió veinte años junto a su sobrina y donde murió su padre- a los Chiappo, una familia italiana que tenía una casa de instrumentos de música, e inaugura la Casa Museu el 28 de septiembre de 1963 bajo la dirección de Josep Maria Garrut.
Desde 1992, la Fundación de la Junta Constructora del Templo de la Sagrada Familia es la encargada de gestionar este espacio, que trabaja en coordinación con los diferentes departamentos que conforman la Sagrada Familia.
Ubicada dentro del Parque Güell, la Casa-Museo se inició en 1900 bajo la dirección del arquitecto Antoni Gaudí. El proyecto lo llevó a cabo Francesc Berenguer, colaborador de Gaudí en el Templo de la Sagrada Familia y en la Colonia Güell, y responde al estilo modernista con influencias gaudinianas.
Gaudí la adquirió en 1906 y vivió en ella hasta su muerte, el año 1926.
La casa conserva todavía la estructura que tenía cuando la habitaba Gaudí. El museo recoge obras y recuerdos personales del arquitecto: muebles, proyectos y dibujos de Gaudí y de sus colaboradores. La casa está rodeada por un jardín donde se encuentran muchas de las rejas diseñadas por Gaudí, esculturas, y un paseo de cinrcunvalación con una pérgola con los arcos parabólicos diseñada por el propio arquitecto.
La distribución de la casa
«La casa se organiza en tres plantas y un subterráneo, aunque los problemas de aforo y diversas normas de seguridad hacen que sólo una parte pueda mostrarse al público», señala Núria Grau, coordinadora de la Casa Museu. A todo ello hay que añadir el difícil acceso a algunos de los espacios, la causa de que sólo se muestre al público «entre un 45 y un 50%» de la vivienda.
Las estancias reciben sus nombres de diferentes proyectos y personajes relacionados con la vida y la obra del artista catalán, como la sala Ibarz-Clapés, en referencia al artista Aleix Clapés, amigo y colaborador de Gaudí, que diseña el mobiliario del comedor de la familia Ibarz, aunque también hay estancias que reciben el nombre según su función original, como el dormitorio y el despacho de Gaudí.
Núria Grau subraya que «según las encuestas, hay un marcado interés por el dormitorio del arquitecto y por los muebles, sobre todo de la Sala Batlló, además del baño, que también es un reclamo».
En el jardín se exponen rejas que formaban parte de obras de Gaudí, trabajadas con técnicas artesanales: «por ejemplo, la reja de la casa Vicens, característica por sus palmitos, o las rejas de los bajos de la casa Milà».
Según señala Grau, la Casa Museu cuenta, cada año, con un elevado número de visitantes: «en el 2007 nos visitaron 535.888 personas, unas 1.500 diarias». Además, comenta que «según las estadísticas publicadas por Turisme de Barcelona, fue el undécimo centro -entre museos, colecciones y centros audiovisuales- más visitado de Barcelona, entre los que la Sagrada Familia ocupa el primer puesto».
Sin embargo, la coordinadora destaca que este año se están notando los efectos de la crisis, pues se está produciendo un descenso importante en el número de visitantes.
«Colección abierta al público»
Pese a recibir el nombre de «Casa Museu», no se trata propiamente de un museo. La Generalitat de Catalunya reconoce este enclave como una «colección abierta al público».
La relación con otros centros culturales se limita básicamente al intercambio de publicaciones y al depósito e intercambio de objetos artísticos: «por ejemplo, en el MNAC, hay depositadas una silla y un banco de dos asientos Batlló, y una silla de los despachos de la casa Calvet». Además, también «existen contactos con otras instituciones similares, como el Arxiu Maragall o la Casa Museu Verdaguer de Folgueroles».