La madrugada del pasado 27 de Diciembre un terrible
estruendo levantó de la cama a los vecinos de la Sagrada Familia.
El ruido lo causó un bloque de hormigón de unos 200 kg. De peso
que cayó des de una altura de unos 45 metros encima del taller de
esculturas de la Calle Mallorca. Por suerte este suceso ocurrió
a la una de la madrugada, momento en el que no hay nadie en el taller,
y sus consecuencias fueron algunos desperfectos en la cubierta del
mismo.
La prensa aprovechó este incidente para reavivar
el debate sobre la continuación de las obras y buscar problemas
en cualquier rincón de las obras. Desde la Junta Constructora de
la Sagrada Familia se atribuyó el desprendimiento de la pieza a
"un raro remolino de viento" (AVUI 28-12-2000). Ramon Espel, arquitecto
técnico director de la obra, aseguró que se extremarían más las
medidas de seguridad para evitar en el futuro cualquier accidente
parecido, aunque recalcó que la obra ya es segura en la actualidad.
Al cabo de dos días todo se calmó con la conclusión
de la Fachada del Nacimiento que se culminó con la colocación de
nueve esculturas, los ángeles cantores, realizadas por Etsuro Sotoo,
escultor japonés que lleva 23 años en trabajando en la Sagrada Familia.
Gaudí inició esta fachada en 1892 pero solamente vio culminada la
torre izquierda, dedicada a San Bernabé, poco antes de morir en
1926.
La finalización de esta fachada y la retirada de
los andamios del interior de la nave central eran dos objetivos
que la Junta Constructora se propuso realizar antes de terminar
el milenio.
Estos andamios dejaron a la vista las bóvedas de
ladrillo y vidrio de Murano que están situadas a 45 metros de altura.
En total se despejaron 1700 m2 que se aprovecharon el día 31 de
Diciembre por la tarde para celebrar el año Jubileo, con una missa,
la primera que se realiza con la nave cubierta, presidida por el
cardenal Ricard Mª Carles, 5 obispos auxiliares y 166 curas.
Asistieron a la misa unas 5000 personas entre las
cuales había autoridades como el presidente de la Generalitat de
Catalunya, Jordi Pujol, el arquitecto de la Sagrada Familia, Jordi
Bonet i Armengol, o el Director del Centro de Estudios Gaudinistas,
Luis Gueilburt.
Para la ocasión se iluminaron las bóvedas recién
descubiertas con lo que los asistentes pudieron gozar de una vista
interior de la Sagrada Familia que hasta entonces solo se podía
imaginar en las maquetas que Gaudí dejó.
Si las obras continúan al ritmo actual, en el año
207 podremos disfrutar los 4500 m2 de la nave totalmente cubiertos.
Carlos Martínez
karlus@gaudiclub.com